Los secretos de aprender un nuevo idioma
Hay dos maneras de ver esto: Puedes quejarte porque esto significa que sí, que realmente deberías tener una estrategia, o puedes sentirte fortalecido porque tienes el control total sobre lo que aprendes. Nosotros elegimos la segunda opción.
Quizá estemos predicando al coro, pero los idiomas pueden ser desalentadores. Son increíbles y maravillosos, pero también hay literalmente miles de palabras en cada idioma, y puede ser difícil saber por dónde empezar.
Éste es, sin duda, uno de los aspectos más difíciles de aprender un idioma por uno mismo. Es innegable que leer las palabras de un idioma es importante, pero entonces no se aprende cómo suenan realmente los hablantes. Por eso debes complementar tu aprendizaje escuchando a hablantes nativos y practicando tú mismo los sonidos. Escuchar podcasts es una buena opción para seguir aprendiendo. Lo mismo puede decirse de ver la televisión y películas (¡sin subtítulos en inglés!).
Cuando empiezas a estudiar, puede resultar tentador tomar varias clases seguidas. O tal vez pienses que debes estudiar dos horas al día porque así estudiabas las asignaturas en la universidad. Por desgracia, esta estrategia de “aprendizaje compulsivo” no es muy eficaz.
Consejos para aprender idiomas
Si eras constructor a finales del siglo XIX, la vida era dura. Muchas horas. Un sueldo de mierda. Poco respeto por la salud y la seguridad. Si tenías muy mala suerte, incluso podía costarte la vida: 5 hombres murieron durante la construcción del Empire State Building y 27 trabajando en el puente de Brooklyn.
Colocar ladrillos exige repetir los mismos movimientos una y otra vez: cuantos menos movimientos, mejor. En un intento de ahorrar energía, los constructores “perezosos” habían encontrado la manera de colocar ladrillos con un número mínimo de movimientos. En resumen, habían encontrado formas más eficaces de hacer el trabajo.
Pues bien, inspirado por sus colegas perezosos, Gilbreth fue pionero en el “estudio del movimiento”, una técnica que agiliza los sistemas de trabajo y que aún hoy se utiliza en muchos campos para aumentar la productividad. ¿Sabe esa persona de los quirófanos que pasa los bisturís al cirujano y le limpia la frente? Gilbreth tuvo esa idea.
¿Contratar a alguien que te pase cosas a 20 centímetros de distancia y te limpie el sudor de tu propia frente? No hay nada más perezoso que eso. Sin embargo, ayuda a los cirujanos a trabajar con más eficacia y probablemente salva vidas en el proceso.
Sitios web para aprender idiomas
Para mí, que ya había aprendido algunos idiomas, fue una experiencia totalmente nueva. Estaba acostumbrada al tipo de aprendizaje de idiomas que me resultaba familiar en la escuela: una progresión ordenada a través de los fundamentos de la gramática, la construcción constante del vocabulario, algunos diálogos básicos grabados o practicados con un compañero de clase. Pero, con el neerlandés, tuve que cambiar mis métodos y encontrar nuevos medios de aprendizaje que funcionaran para este proyecto. Utilizo hojas de cálculo que relleno con términos de uso abusivo del siglo XVII y diccionarios históricos que me ayudan a precisar el significado de las palabras. Lo que he aprendido de este proceso es que, aunque el aprendizaje de idiomas suele presentarse como una tarea con una solución única para todos, lo fundamental para tener éxito en el aprendizaje de una nueva lengua es elaborar los objetivos y estrategias específicos para cada uno.
Decidir los objetivos también significa decidir cómo llegar a ellos. La gente pasa mucho tiempo pensando qué idioma aprender, pero es fácil descuidar el cómo. Si has estudiado otro idioma en la escuela, es posible que no hayas tenido que pensar mucho en el proceso y la técnica: tu profesor habrá tomado la mayoría de las decisiones sobre lo que has aprendido y cuándo. Pero como estudiante independiente, tienes que pensar en cómo vas a llegar a donde quieres. Piensa en lo que realmente quieres de aprender un nuevo idioma. ¿Quiere charlar con los lugareños cuando esté de vacaciones o leer novelas sin traducir? Tener claros sus objetivos le ayudará a pensar estratégicamente sobre los métodos que más le van a ayudar. No se trata de una idea nueva: el campo de las “lenguas para fines específicos” existe desde hace años y ayuda a los estudiantes que necesitan una nueva lengua para trabajar o estudiar a centrarse en el material que más les interesa. Pero sus principios también son aplicables a los estudiantes de idiomas normales. Especifique sus objetivos y pregúntese qué quiere ser capaz de hacer con su nueva lengua, al menos al principio.
Aprender idiomas
Si eras constructor a finales del siglo XIX, la vida era dura. Muchas horas. Un sueldo de mierda. Poco respeto por la salud y la seguridad. Si tenías muy mala suerte, incluso podía costarte la vida: 5 hombres murieron durante la construcción del Empire State Building y 27 trabajando en el puente de Brooklyn.
Colocar ladrillos exige repetir los mismos movimientos una y otra vez: cuantos menos movimientos, mejor. En un intento de ahorrar energía, los constructores “perezosos” habían encontrado la manera de colocar ladrillos con un número mínimo de movimientos. En resumen, habían encontrado formas más eficaces de hacer el trabajo.
Pues bien, inspirado por sus colegas perezosos, Gilbreth fue pionero en el “estudio del movimiento”, una técnica que agiliza los sistemas de trabajo y que aún hoy se utiliza en muchos campos para aumentar la productividad. ¿Sabe esa persona de los quirófanos que pasa los bisturís al cirujano y le limpia la frente? Gilbreth tuvo esa idea.
¿Contratar a alguien que te pase cosas a 20 centímetros de distancia y te limpie el sudor de tu propia frente? No hay nada más perezoso que eso. Sin embargo, ayuda a los cirujanos a trabajar con más eficacia y probablemente salva vidas en el proceso.